Conciencia Alondra®

Más allá de Dios

Sólo hablar de ello pone los pelos de punta a los que están a mí alrededor. Dios, aunque como entidad desconocida se la conoce, tiene una forma creada que la ha dotado de personalidad y la cuál es fácil de reconocer. El dios al que se le reza, al que se le piden cosas, se le encomiendan tareas. Dios, tiene una personalidad creada, creada por la religión y compartida por todos. Y esto, no es que sólo tenga un nombre “Egregor” sino que además, tiene vida propia y sintiente por lo que también es una “Entidad”. Dios es todo, está en todo, controla todo y manipula todo. En Dios está el bien y está el mal. Puede ser justo e injusto, puede ser duro y amoroso.  Y lo más inmenso del asunto, es que es compartido por todas las religiones durante siglos y siglos de historia. Diferentes nombres, pero mismo sentido.

Busca tu Dios interno dicen los nuevos maestros ¿Pero Cómo si Dios lo ocupa todo?

Pobrecito mío, cuanto aguanta y cuanto sufre, qué cansado está de tanto rollo moral dual. Y es que es eso, esa es su esencia, la dualidad. Y ahora, buscad, buscad en el lugar que creáis en las religiones que creáis porque siempre está la dualidad en cualquier malla de realidad que exista.

Dios es conocido, total, si ya le conocemos al menos estamos seguros en este lugar ¿Para qué ir más allá? Ni lo pensamos.

Soy ateo, yo no creo, solo en la ciencia ¿Total para que ir más allá? La ciencia me da seguridad, me dice todo tal cual es, es que lo dicen ellos y es así.

No creer también me acomoda en un lugar donde no hay más allá, no hay desconocido. No hay más, es una postura cómoda y dual. Ya está, muerto el perro se acabó la rabia. Esto es lo que tenemos. Más allá no podemos llegar, no hay más.

Pero sí, hay mucho muchísimo más, hay todo un universo cósmico, niveles de energías, campos de información, energías, fuerzas, misterios que son enormes. Y eso, eso sí que  es inmenso. Y claro, es desconocido y da miedo, mucho miedo.  Sobre todo, porque una de las cosas que hay ahí es ser pensar, sentir y percibir por uno mismo en comunión con todo y todos guiados por la magia, la energía y el amor. Y para eso, hay que soltar todo el control y la búsqueda de tu vida. Porque ahí, solo se llega a uno mismo y a la comprensión súbita de la división que sufrimos.

Y sólo ahí fuera de todo lo creado y conocido encontraremos alivio a tanta búsqueda y sufrimiento. ¿Pero quién se mete ahí con la cantidad de esfinges “muros” que hay que derribar? Pues todos, todos podemos llegar a lo superior aumentando nuestra conciencia, percepción y sentir. Trabajando en todo el entramado creado para que realmente no accedas a tu divinidad interior. Sin miedo, con dirección, entendiendo que todo tiene su espíritu, su misterio y que superaremos todo para llegar a derribar todas las barreras que nos impiden vivir una vida plena y llena de magia y sentido.

Y dicho esto, claro que Dios existe, y como cualquier entidad que ha sido creada con el objetivo de poner un límite a la esperanza y fe humana,  tiene su bien y mal, por lo que sufre y siente. Por eso, respetarlo es perfecto, porque si conectas más allá de Dios ( Y mucho más allá de la naturaleza) todo todo es esencia y no hay correcto e incorrecto solo esencia no dual.

Avanzar a lo desconocido sabiéndose ignorante de lo que te está haciendo lo conocido es la mayor muestra de humildad que un ser humano puede experimentar.

Sin miedo a superar los mayores miedos y alcanzar la propia y verdadera libertad espiritual y personal.  Sin miedo a abandonar lo conocido para adentrarse en lo desconocido.

Saray a través de Conciencia Alondra®.